11/12/10

Ya pasó (eso creo)...

Nunca estuve detrás de una chica ni sé cortejar. Dicen que soy coqueto pero no me he dado cuenta. No es que sea panudo pero he tenido la suerte de ser correspondido cuando una chica me gusta.

Todo lo anterior lo digo porque me gustó (o me sigue gustando) una chica de mi ex centro. Cuando la vi por primera vez tuve curiosidad de conocerla, y por suerte fue así. Coincidimos en un mismo trabajo que nos mandaron a hacer, y así la conocí.

Después de eso empecé a mandarle algunos (muy pocos) mensajes de texto que ella respondía. Por messenger las conversaciones eran prudentes pero la comunicación seguía. No sabía cómo mantener un lazo mayor y comunicativo, ni cómo enamorarla porque nunca lo he hecho. Y esto es debido a lo que mencioné en el primer párrafo, una suerte dicha de ser correspondido.

Hasta que la llamé e invité a salir. Aceptó. Llegó más de una hora tarde a la cita. No importaba, el hecho es que la tenía frente a mí y los nervios en mis pies.

Pedimos algo de tomar, la conversación no era tan equivalente pero no la pasamos mal. No hubo nada incómodo ni apuros.

En el taxi, rumbo a su casa, quedamos que el fin de semana yo iba a su casa y saldríamos a un lugar bohemio al que ambos no habíamos ido.

Hasta que llegó ese día. Fui a recogerla a su casa, toqué el timbre y nada. Toqué una vez más y otra vez nada. No estaba. Rayos. Me fui hacia la avenida principal jodido y subí al micro. A las dos horas me llega un mensaje de texto explicándome el motivo, me pidió las disculpas del caso y que por ese plantón ella sería quien citaría la próxima vez.

Después de eso, meses después, me la he cruzado un par de veces en el centro, hemos hablado un corto tiempo como si nada y, no le he dicho nada sobre eso; en que quedó que me pasaría la voz.

No importa, ya pasó. Después de eso encuentro en el messenger a "N" y ninguno de los dos da el saludo. Soy muy inconstante cuando me gusta alguien, no sé enamorar y menos cortejar. Quisiera saber como se consigue esa voluntad de estar conquistando mes tras mes cuando te gusta una chica. Pero no soy así... ¡justo acaba de conectarse!

23/8/10

Yala contigo

Estoy sentando en un sillón-cama en mi dormitorio sintiendo el aire frío de esta estación que viene desde la ventana y repasando la cosas que algún momento me dijo una ex.


Haciendo memoria y escuchando Foo Fighters, mi carácter se va apaciguando de a poco. Es que, acabo de confirmar hace un par de horas que aquella chica que compartió su vida conmigo por más de un año ya tiene enamorado. ¿Y a mi qué chucha me importa?



No me interesa. Sé con quién está porque sin tener conocimiento de su vida, los amigos en común aunque uno quiera o no, te darán datos y rumores para ver la reacción o porque te quieren joder la pita.




Y cuando hoy me enteré, sabía que tenía que tomarlo a la ligera, con harto hielo pero no fue así. Le metí un puñete sin que tuviera culpa la mesa del Café y dije dentro de mí: ¡huevona!





En momentos de cursilerías y de (falsas) promesas, uno dice de todo. Y dijiste que no te meterías con nadie de nuestro centro.



No siento nada por ti y espero que tú tampoco por mí. Es mejor.

17/5/10

"N"

Estoy pensándote mucho. Aun recordando tu iluminado rostro de aquella tibia noche. Cuando no supe quehacer. Estar frente a ti era todo un desafío, una aventura por descubrir. Que mirarte es fantasía y querer tocarte una devoción. Y que al despedirme no pude conmigo y menos contigo, y solo dije a medio tono que nos veríamos pronto. Un beso rápido en tu mejilla y ese torpe adiós.

Es que soy así, demasiado imperfecto. Tan humano que no sé cómo llegar a ti. Y a mí solo me queda pensarte, recordarte, tener fotografías en mi mente de tu sonrisa, de tu ortodoxa forma de hablar, de tu pequeña estatura que encandila mi frágil ser.

Debo decirte que eres tú quien me quita el sueño. Quien ilusiona mi corazón. Quien me hace suspirar. Quien hace sentir que mi alma vive y deseé estar junto a la tuya. Que tener tu imagen en mi mente dibuja y colorea mi vida. Que me gustas porque eres así, así de sencilla.

Pero soy tan torpe para enamorar. Tan tímido para acercarme. Tan quebrantable en constancia cuando no sé nada de ti. Y más aun cuando aquel día estuve y tú no estabas. Que por ahora solo prefiero pensarte. Saber que estás tan lejos como cerca. Que desde la primera vez que te vi quería conocerte y que por suerte sucedió.

Anhelo besarte. Abrazarte fortísimo con mis lánguidos brazos. Sentir la temperatura de tu cuerpo. El latido de tu corazón junto al mío. Tener de cerquita tus delgados labios. Verte reír junto a mí. Caminar sin preguntar por dónde. Perdernos una de estas largas noches. Y lo primero, ante todo, que me digas cuando te veré. Es diferente cruzarnos. Y yo estoy en silencio, queriéndote.

20/4/10

No más abril

(En estos días, del año pasado, permití encandilarme con un ángel pálido de cabellos claros, con una sonrisa que cercenó mi pecho, de pecas en el rostro y hombros. Siendo ángel vestía de negro, delgada y de ojos castaños, labios rosas y con piercing en la lengua, hermosa por donde la mirases. Hace un año de ella me enamoré en tiempos de abril. Y que, no supe velar lo que sentíamos).

Desde hace mucho ya no estás. Me soltaste. Te dejé. Nos dejamos ir. Y no sé si era lo mejor. Sé que me necesitaste y no estuve ahí como querías. No supe cómo hacer. Lo sentí mucho, “A”. Y quizás no se pudo porque no éramos para nosotros. O quizás, sí. No lo sé. Quisiera saberlo. Aunque ahora ya no pienso por qué no fue. Ni tampoco, porque no salí más a buscarte y dejé todo a la deriva. Solo me alegra saber que estás bien y, que cada uno va por su camino.

En mis recuerdos estarás siempre. Cuando te conocí en tus veinte abriles y tu belleza me idiotizó, tu vestido carmín de aquella fiesta, nuestro primer beso entre las luces, la única vez que hicimos el amor esa misma noche, nuestras caminatas y tus pequitas preciosas, nuestro gusto por el mismo color, música e ideales, las veces que nos decíamos lo tanto que nos gustábamos, la tarde que me esperaste en mi universidad y me regalaste tu foto, y también aquella noche que detuvo todo cuando me enamoraba más de ti.

Mi vida no hubiera sido la misma si no te hubiera conocido. Hiciste sentirme más que yo. Solo contigo. Por eso y todo, gracias. Gracias por cruzarte en mi vida y permitir que haya entrado a la tuya. Por ser siempre sincera. Por haber sido mi fantasía, mis sueños y realidad. Por ser ahora mi amiga. Porque tendrás los mejores recuerdos míos y los nuestros. Siempre serás especial. Siempre. Lamento nunca haberte dicho que te quiero.

8/3/10

¿Cuánto puedes aguantar?

(Hace un mes)

Lo que uno se pregunta. Lo que entre muchachos nos preguntamos. Lo que nos preguntábamos esa noche entre patas jugando billas. Respuestas que nos dábamos como el “solo un par de meses y eso”, “no, no, yo no paso del mes ni cagando”, “la paja diaria lo soluciona un poco”, “yo no aguanto si paso los dos meses, me vuelvo loco” y el “pucha, yo voy ya ocho meses y nada”.

Y, no es que a ese joven que va ocho meses ganas le falten. Le sobran. La cara de estúpido y aguantadito, lo delata. Tampoco podría describir tanto su rostro aunque lo conozco desde tercero de primaria. Es el menos expresivo de nosotros cuatro. El más callado. El introvertido.

Enamorada tiene. No es que sea primerizo. Con su ex, seis años mayor que él, lo ha tenido. Pero con la actual está en nada.

Nosotros nos burlábamos de él. De los tantos meses sin tener sexo. Que era todo un héroe. Un mártir. Que faltaba un mes para dar a luz. Que nos daba vergüenza que ande con nosotros. Todo un huevón.

(Anteayer)

Pensando y analizando nosotros quehacer, entramos otra vez al tema. Sucede que nos sorprendió quien iba “ocho meses”. Ya estaba “al día”. Iba cuatro en una semana. Cuatro veces. Cuatro, cuando para nosotros tres estamos de “para”. Y de “para” por razones que vienen en el camino.

El primero; porque se ha peleado con su enamorada y mínimo dos meses lo dejará sin que tengan sexo, ese es su castigo, condena que ya tuvo que pasar antes.

El segundo; porque se fijó en una chica que empieza a quitarle el sueño y aunque han tratado poco, quiere acercarse más a ella y eso implica no revuelcos ni besuqueos con otras.

Y el tercero; aunque estando solo más de un año y medio y, teniendo affeirs de vez en cuando, ahora está quieto con sus hormonas y solo piensa dar todo de sí a sus estudios y el trabajo.

Siendo la razón cual sea que tengas; tú, siendo chica o chico; ¿cuánto puedes aguantar?

Escrito por: Bruno.

14/2/10

Recordando nuestro encuentro

Él regresaba en el autobús con el sabor de su saliva aún en los labios. Miraba por la ventana las calles iluminadas, los jardines de los parques de esa gran vía, mientras sonaba, justo, una afligida canción de Michael Bublé; Home, que cierta vez ella le dedicó. Él intentaba bloquear sus pensamientos, mantener la mente en vacío y sus sueños rotos en un limbo. Un guiño de ella era su última imagen. El olor agridulce del perfume era el rezago de su aroma. Su voz ronca la resaca de sus palabras. Una gota grande y gruesa cayó sobre sus zapatillas. No estaba lloviendo dentro del autobús.

Primera cita:

Ella estaba con una larga polera blanca pero ceñida, unos pantalones ajustados negros y unas botas altas de cuero. Su pelo suelto y su cerquillo infinito estaban perfectamente desordenados como siempre. Apenas él la encontró, la abrazó con fuerza y ella solo le palmoteó suavemente la espalda. Él le ofreció ir por unas cervezas al grifo cercano, de las que ella solo tomó una. Ella fumó un cigarro y él diez.

Segunda cita:

Ella estaba con un polo verde, unos jeans rotos y sus clásicas zapatillas All Star' rojas. Él apenas la vio, corrió y la abrazó inmensamente. Venía en bicicleta. Ella le respondió con un beso suave en la mejilla. Él quería perderse por ese gran distrito y tener un almuerzo que termine en una cena. Ella no tenía tiempo. Solo podía estar un par de horas con él. Finalmente, fueron a un lugar que no era cualquier sitio. Era donde se conocieron. Se sentaron. Él tomó mucho vino y ella solo un poco de agua. Él comió pastas y ella no tenía apetito.

Él le quería tomar un par de fotos y ellas las evitaba. Él le robó una sonrisa en una sola fotografía, era bueno. Él pagó la cuenta y ella propuso caminar. Él no la tocaba y ella lo tomaba del brazo cada vez que cruzaban una calle. Él ya no sabía a dónde más ir y ella le invitó un helado. En la cola de la caja, ella se apoyó en su pecho. Él la tomó de los hombros y la abrazó con fuerza. Ella cerró los ojos y anheló.

Ella hizo una mueca y él le sonrío. Ella camino rápido y él la cargó. Cuando se despidieron, él la abrazo con fuerza y ella aún con más fuerza. Ella le quiso indicar un lugar que le gustaba mucho y él se burló apuntando en dirección contraria. Ella se fue en bus y él en su bicicleta.

Tercera cita:

Ella estaba absolutamente bonita. Su cabello estaba más lacio que nunca. Sus ojos con un ligero delineador negro. Una chompa de hilo rosa, un pantalón marrón ajustado y una cartera marrón pequeña como ella. Él se puso feliz al verla y la abrazó suavemente. Ella posó su cabeza sobre su hombro por un instante largo. Ella se sonrojó cuando él le dijo que estaba hermosa. Ella le propuso ir al cine y él le dijo para después ir a tomar unas cervezas. Él le enseñó sus fotos de su cámara, mientras ella pasaba su mentón en sus manos. Él le acarició la cabeza. Ella lo miró y pestañeó muy lento.

Él le propuso ser novios. Ella le dijo que eso no se preguntaba. Él se puso triste y ella lo besó apaciblemente en la boca. Ambos se fueron de la mano al cine. Luego de sentarse en las butacas y que apagaran la luz, ambos se besaron con ímpetu y pasión. Ambos se abrazaron. Ambos lloraron. Él le dijo que la extrañaba. Ella le confesó que se arrepintió en dejarlo. Él le dijo que aún la quería y ella que todavía lo amaba.

Ella dijo que no debían despedirse. Él la dejó ir en un taxi. Ella lloró en silencio en el asiento trasero. Él se tragó su llanto en el asiento de un autobús.

Escrito por: Duende Irlandés.

25/1/10

Zapatos que pesan

Era sábado por la mañana, cuando me levanté contento, pues había quedado en reunirme con mis amigos de siempre para ir a Miraflores en la tarde, y “fotografiar la vida” (así suelo decirle a las tardes de fotos); apenas entre al messenger - vamos de todas maneras- dijo uno de ellos; otro me canceló explicando que tenía mucho trabajo, y el tercero y último (el que no está acostumbrado a “inmortalizar” lugares ni momentos) me dijo que también iría de todas maneras y me preguntó la hora y el lugar, entonces le indiqué que nos encontraríamos a las 4:00pm en “algún cruce de Sucre”; luego de esto me despedí y fui a hacer algunas cosas que debía hacer antes de almuerzo.

Me dieron las 3:55pm y decidí salir al encuentro de ellos en el lugar fijado; aproximadamente a las 4:15pm estábamos los tres reunidos y fuimos a un restaurante de comida oriental donde uno de ellos almorzó pues de tanto trabajo no tuvo tiempo de hacerlo. Al término de esto nos dirigimos a Miraflores donde nos divertimos, tomamos fotos, bromeamos y pasamos momentos “de patas”. Uno de ellos, al que llamaremos “él”, nos comentó que había terminado un día antes su relación amorosa, pero que pensaba volver - MÁS QUE UN TERMINO ES UNA MANERA DE DARLE UNA LECCIÓN, ¡¡PA’ Q APRENDA!! - fueron sus palabras, entendí en parte lo que me quiso decir; y seguimos caminando en búsqueda de un lugar donde podríamos tomar buenas fotos. Al encontrarlo, nos sentamos y mientras fotografiábamos sonó el celular de “él” (era su ex a la que llamaremos “Chu...”). Al finalizar la corta llamada lo notamos un poco extraño, más que todo preocupado porque “Chu…” le había pedido verse a las 7pm. Al escuchar esto me sorprendí y le dije - ¿NO CREO QUE VAYAS, NO? - Y me respondió que no. pero en un tono no muy convincente. Fue allí donde mi otro amigo nos ofreció ir a un tonazo (se equivocó, pues no era tono) en un distrito poco alejado, y después de escucharlo, decidimos ir. Rato más tarde suena de nuevo el mismo celular pero esta vez era una amiga de “Chu…” y tan solo quería verificar si “él” estaba con sus amigos (cosa que me parecio TERRIBLE). Rato más tarde, los tres quedamos en encontrarnos en el mismo “cruce de sucre” a las 10:00pm; fuimos a tomar el carro de regreso a nuestras casas, cuando en el camino ofrecí a “él” acompañarme a mi casa para que no fuera hasta la suya, y aceptó.

Ya en mi casa entró a mi laptop, y apenas me fui a comer entró a su messenger (como si ocultara algo) pero bueno lo dejé normal. Al terminar de alistarme le dije que ya eran casi las 10:00pm y que vayamos yendo al encuentro de nuestro otro amigo; antes de salir me pidió prestado el baño y justo cuando entraba sonó nuevamente su celular. Entró al baño y no salió en aproximadamente 20 minutos. ¿La razón? Pues hablaba con “Chu…” dentro del baño para que nadie lo escuchara. Salimos a tomar el taxi y en el camino me comento que “Chu…” le había dicho q era anticuado y que no sabía bailar - HOY LE DEMOSTRARE LO CONTRARIO, BAILARÉ, TOMARÉ PARA QUE DESPUÉS NO HABLE TONTERÍAS, AHORA VA A VER JAJAJA - dijo “él”. ¿La verdad? No le creía nadita, pues nunca lo hace, yme comentó que “Chu…” también nos daría el encuentro en “algún cruce de sucre” (ella vive relativamente lejos) pues solo quería un préstamo de dinero (gran mentira a mi parecer porque “él” no tenía mucho dinero en el bolsillo y nunca se aproximó al banco … solo era una excusa para no quedar mal) que la atendía y la embarcaba en 15 minutos a lo mucho - ESO ESPERO, PORQUE SI NO SERÍA EL COLMO CONTIGO, ANDAS DE PISADO NADA MÁS - fueron mis palabras y me dijo q no sabía nada y que no era pisado por ningún lado y que tenía todo bajo control. Al llegar al punto de encuentro bajamos del taxi y nuestro otro amigo nos saludó nuevamente, al verlo le conté que “Chu…” estaba en la misma avenida, pero al frente y él, al igual que yo cuando escuché esto, quedó muy sorprendido y en parte decepcionado de “él”, pero confiado en que nos acompañaría a la reunión tal como había prometido en Miraflores, le dijo que tenía hasta cerca de las 10:45pm (eran casi 10:15pm) si quería, cosa que llegábamos cerca de las 12:00m a la reu - SOBRADAZO - dijo “él”; cruzamos los tres, “él” fue al encuentro de “Chu…” y mi otro amigo y yo nos quedamos cerca de ellos mirando la INCÓMODA y DOMINANTE cara de “Chu…”. Cerca de las 10:45pm llamó aquel compañero que no nos pudo acompañar a Miraflores y después de contarle los planes que teníamos para la noche me dijo que en 10 minutos estaba en “algún cruce de Sucre”; y así fue. Cuando llegó el cuarto amigo (éramos los tres que fuimos Miraflores más este que se nos unió) “el” seguía parado sin moverse, hablando (o más bien discutiendo diría yo) con “Chu..” en plena avenida.

Hartos de esperar nos acercamos a la “pareja dispareja” y le dijimos a “él” que ya nos teníamos que ir - OK YA TERMINO - nos dijo; comprendiendo su falta de carácter, nos alejamos nuevamente y decidimos esperarlos en el poste más cercano; dieron las 11:20pm y él solo había cruzado como para embarcar a “Chu…” pero dejaban que los carros pasaran uno tras otro y “él” ni por educación o consideración nos miraba para tranquilizarnos. Cerca de las 11:45pm mis amigos estaban con ganas de irse y dejarlo conversando ya que sus “15 minutos” se convirtieron fresca y desconsideradamente en una hora y media. Nuestras caras cambiaron y yo estaba reventando por la ridiculez de “Chu…” de ser tan imprudente de malograr un momento con sus patas y con “él” obviamente por ser asquerosamente ¡¡PISADO!! y dársela del que manda en su relación, cuando a leguas se nota que no es así. Al ver la hora tan avanzada decidí acercarme por última vez a “él” y decirle que o se despide o se queda… después de mirarme con cara de desconcierto - PUXA OE, ESTE MEJOR ME QUEDO - fue su respuesta; honestamente me sobraban ganas de agarrarlo a puñetes pero me controlé solo porque estábamos en la vía pública; - ¡¡OTRO DÍA AVISA PUES… PISADAZO!! - fue la última frase que le dije. Me acerqué donde me esperaban mis dos amigos (porque a “Él” no creo que se le pueda llamar amigo después de su desconsideración) y al contarle la respuesta que me dio “él” y no podían creerlo, se sorprendieron enormemente y los tres con ganas de matarlo decidimos tomar un taxi e ir a relajarnos a la reunión.

¿Qué pasó con él?, al día siguiente hablando con un buen brother de su universidad me contó que minutos antes de la medianoche “él” lo había llamado para contarle que había terminado definitivamente con “Chu…” y que tenía ganas de tomar y bailar, pero el brother de su universidad lo canceló; que lástima, “Chu…” solo quería arruinarle la noche, pues al ver que nos fuimos en el taxi, ella también decidió ir a la casa de su amiga y divertirse dejando así a ese ser sin orgullo ni dignidad al que llamamos “él” completamente SOLO y sin planes … es la historia de un PISADO y de ZAPATOS QUE PESAN.

Escrito por: M. T.
P.D. Bastante tiempo que no se publicaba pero la intención de M.T. lo amerita y así será en adelante.