8/4/09

Equilibrio

Regresaste en un momento de mi vida en el que puedo retroceder para saltar más lejos. Tengo pocos segundos para pensar. Y respirar. Recuerdo tu silueta antes de descansar. Ahora, cuando soy pasajero de mis pasos.

Se me ocurre que debe llover. Ir. Darte mi abrigo. Abrazarte. Sólo abrazarte, con mis brazos largos y delgados.

Dices que soy el mismo. De quien te enamoraste. Vuelves a decirme “ojitos rasgados”. Me pongo rojo. Tantos recuerdos. Sólo nuestros.

Hablaste poco. Me miraste demasiado. Lo suficiente, para no volvernos.

Hacer todo en sentido contrario. Retar la gravedad. Forzar las leyes. A oscuras y de espaldas caminar. Cogernos de las manos sin tocarnos. Sentir que nunca nos dejamos.

De cerca otra vez. Tan cerca. Entre tú está lo que sentí. Los secretos de tu cuerpo. El desafío que me dejas.

Las dudas. Miradas. Creer. Son tus manos ahora, tu alma, es dejarlo todo por ti. Nunca lo pensé.

Por qué ahora apareces. Por qué. Ahora que improvisaba un mismo camino con ella. Cuando daba pasos junto con alguien que también sabe de mi. A quien me di por mucho tiempo. Con quien he dejado algo pendiente. Y que se desvanece de a poco. Porque está soltándome. Y empiezo otra vez a andar descalzo.

Sólo. Con la puerta abierta. Estaré en mi habitación con la luz apagada.

***************************************************************

Para ti. Con quien compartí parte de mi. Quien recordó mis sueños porque me los dibujó echados mirando el cielo. Porque me alegré estar en tu terraza después de mucho. Porque dejé mi libro en tu casa y no pienso recogerlo. También porque hiciste pasar las horas como si fueran minutos, se hizo tarde y no fui a clase. Porque empezaste a leer este pequeño blog no por obligación. Sino por curiosidad.

3 comentarios:

Fabby dijo...

intrigante pero pa kine es ah se puede saber si se puede jee

Anónimo dijo...

que inocenteeeeeeee

RenXo dijo...

yaa sta bien te creo que lo pasa